Su cesta de compra esta vacía.
"Siempre se escribe por un acto imaginario de amor. En el fondo un libro no es sino una epístola afectiva remitida, vía imprenta, a un receptor posible que, extrañamente, logra compartirnos. Un poco, según creo, sucede con estas líneas mías, lentas y pausadas líneas mías, que sabedoras de lo inaudito de la creación me van trazando, que no yo a ellas, en esta, llamémosla recreación que un día gris de noviembre comienzo a escribir sobre Juan Gil-Albert."