Un cantante de boleros coleccionista de sujetadores, una ex amante despechada,
un crucero de lujo, la mafia italiana a bordo y un cadáver que rompe la tranquilidad
de un viaje por el Mediterráneo. Eso es lo que se encuentra la bella inspectora
Delclaux cuando se hace cargo de la investigación de un crimen que parece
pasional, pero que se acaba revelando como algo bastante más complejo. No puede
serlo de otro modo cuando está en juego la red de tráfico de drogas y proxenetismo
que se oculta en la compañía naviera Mare Nostrum, y que alguien está muy
interesado en seguir manteniendo en la sombra.
Tras Una silla en el Marítim, José Luis Segura nos propone esta sugerente
combinación de novela negra y divertimento, relatada con un sentido de la ironía y
un desparpajo que arrancará más de una sonrisa a sus lectores.