Su cesta de compra esta vacía.
Una poesía que no pretende dejarte indiferente. Poesía del sentir: dulce y amarga, existencial y árida, fresca, aterciopelada. La puedes palpar, morder, soñar, amar, odiar... Pero ante todo, que te llegue al alma.
Estos versos son tú, la noche que llega y un olor a primavera entrando por la ventana. Insolente, esponjosa, descarada. Para que la escuches cuando lloras pero también cuando callas, que te sirva de compañera en las más frías madrugadas